Anco Marcio, con su buen gusto y exquisita pluma nos deja el siguiente poema:
Me acuerdo, fue en la barrera
de una plaza riojana
que alguien me habló, no te asombres,
de un torero de Triana.
Algo se dijo también
de su novia y de un chiquillo,
las cosas que pasan siempre
si olvidas los calzoncillos.
Yo sí sé por qué razón,
andan buscando a ese hombre,
es porque la novia dice
que no quiere darle el nombre.
Él es guapo y amoral
y a ella la veo aburrida,
no tiene afición al fútbol,
le gustan más las corridas.
Nadie ha habido como él,
tan simpático y tan culto
tan cuco y habilidoso
para escurrirse del bulto.
Por callejas y plazuelas
de mi barrio de Triana
todos hablan del romance
de un tal Jacinto Persianas.
Sólo él puede explicar
la conducta de aquel día
señores yo solo canto
lo que su novia decía.
Los hechos son como son,
y aquí termina esta historia
de una chica y un torero
contratados por La Noria.
ANCO MARCIO, Sevilla, 22 de mayo de 2010
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